(La Verdad de Murcia) GREGORIO BUSTAMANTE
Murcia está en el furgón de cola autonómico en porcentaje de graduados El 33% de los escolares que empieza la ESO no termina sus estudios, un 3% por encima de la media nacional, según el Ministerio de Educación
La década de progreso económico acelerado que todavía vive Murcia ha sido insuficiente para eliminar el sambenito de ser una de las regiones con mayor índice de fracaso escolar y todo lo que ello lleva consigo: bajos niveles de instrucción en la población, elevados índices de abandono temprano en los estudios, altas tasas de activos laborales juveniles, escaso índice de lectura... Sin embargo, pese a ser el panorama en la enseñanza no universitaria poco reconfortante, no sólo aquí, lo es aún más que a estas alturas la sociedad murciana no haya reaccionado y nos encontremos con algunos indicadores escolares en peor situación de la que nos hallábamos en 1995.
Los expertos consideran imprescindible y urgente un plan de choque educativo, mantenido durante 15 o 20 años y debidamente presupuestado, en el que esté implicada toda la sociedad murciana y sea un objetivo político prioritario para la Comunidad Autónoma.
Según Antonio Viñao, profesor de la Facultad de Educación de la Universidad de Murcia, sea cual sea el indicador que se tome (tasa de escolaridad por edades, número medio de alumnos por grupo o profesor, porcentaje de alumnos que se hallan escolarizados en el curso que por su edad les corresponde, estudiantes que promocionan de curso en la ESO, tasa bruta de graduados, abandono educativo temprano, etc) Murcia ofrece porcentajes o cifras inferiores a la media nacional y, en más de un caso, ocupa el último lugar. Sin embargo -añade-, no se trata de una situación coyuntural. «Son ya más de 150 años, que se sepa, de atraso educativo y cultural. Avanzamos, mejoramos, pero seguimos en el furgón de cola».
Oscar Urralburu, portavoz del sindicato de trabajadores de la enseñanza Sterm, indica que las causas del fracaso en la Región son múltiples y se superponen unas a otras haciendo crecer de modo exponencial los malos resultados: el retraso histórico educativo nos sitúa aún hoy con unos porcentajes de analfabetismo funcional entre la población adulta (mayores de 16 años sin estudios) que supera el 20%. «Podemos afirmar que estas altas y el elevado fracaso escolar, incluso en contextos de cierto desarrollo económico, son vasos comunicantes que se retroalimentan. Además, los niveles de inversión educativa con respecto al PIB no han dejado de descender en todas las comunidades autónomas desde el año 1995, también en Murcia, donde hemos perdido cerca de un punto». El gasto anual medio del país -según datos de Eurostat- es del 4,7% del PIB, mientras que otros países llegan al 6%). Además, añade, «tenemos unas ratios de alumnado por aula elevadísimos, y se tiene constancia de que el progreso en este apartado es uno de los indicadores más evidentes de mejora en las cifras globales de éxito escolar».
Causas y medidas
María Aurora Fernández, directora general de Ordenación Académica de la Consejería de Educación, señala que el 33% de fracaso escolar en la Región, según datos del Ministerio, es preocupante, «pero mientras a nivel nacional hay una tendencia al alza, en Murcia hemos logrado reducirla en 2,2 puntos». Indica que, según las cifras de la Consejería, «en primaria hay una promoción de alumnos del 91%, en secundaria obligatoria, el 78% de titulación, y en el caso de bachillerato del 68%». Asegura que uno de los objetivos regionales, para el que hay un compromiso muy importante, es elevar el número de titulados en enseñanza obligatoria (la Consejería sacará 1.150 plazas de profesor el próximo año). «Resulta decisiva la implicación de las familias -añade-, por ser uno de los factores que incide en los resultados académicos. Se ha hecho un esfuerzo grande en inversión y se ha pasado del 3,4% del PIB en el 2005 al 3,5% este año. Queremos proponer, si es preciso, un nuevo pacto educativo, y vamos a elaborar un catálogo de medidas para mejorar el rendimiento académico, la motivación y la convivencia en los centros para debatirlo con la comunidad escolar y ponerlo en marcha en el 2008».
Antonio Viñao señala, sin embargo, que la política educativa y cultural vigente en la Comunidad Autónoma, con la que la mayoría de la población parece estar de acuerdo o relativamente satisfecha, se limita a gestionar un sistema de enseñanza y cultural tradicionalmente deficitario, mejorándolo (y no siempre) a un ritmo lento, con lo que el círculo vicioso se refuerza. «Ni la educación ni la cultura son un objetivo prioritario del Gobierno regional, pero por malo que esto sea es mucho peor que tampoco exista una demanda social lo suficientemente fuerte como para hacer que esta situación cambie. Todo indica que, de seguir así, dentro de 10, 20 o 30 años seguiremos estando en el furgón de cola».
Retrasos
Luis Navarro Candel, presidente del Consejo Escolar Regional, recuerda que si los alumnos españoles reciben una formación por debajo de la media de los países desarrollados, según reiteran los informes (Murcia empezará a participar en el proyecto PISA a partir del 2009), la reflexión parece evidente: la LOGSE no ha conseguido que nuestros jóvenes estén bien preparados. «En cuarto de secundaria es donde se mide el fracaso, pero las deficiencias empiezan en los primeros años de escolarización. Hay una serie de comunidades del arco mediterráneo que tienen resultados equiparables a los de Murcia. En los datos del Ministerio siempre aparecen autonomías como Valencia y Baleares en posiciones por debajo de la media. Eso se debe a que hay cierta desmotivación en los estudios y al deseo de ganar dinero de forma temprana».
Añade que el problema no está relacionado, sin embargo, con la falta de atención económica del Gobierno regional. «Ha hecho un esfuerzo presupuestario importante para mejorar los resultados. Desde que se asumieron las competencias, la inversión se ha multiplicado por 2,5».
Añade que en la gestación del fracaso escolar también influye la escasa valoración del profesorado, así como actitudes familiares, de tipo social y cultural, que no consideran la educación como algo importante para lograr un mejor futuro.
La década de progreso económico acelerado que todavía vive Murcia ha sido insuficiente para eliminar el sambenito de ser una de las regiones con mayor índice de fracaso escolar y todo lo que ello lleva consigo: bajos niveles de instrucción en la población, elevados índices de abandono temprano en los estudios, altas tasas de activos laborales juveniles, escaso índice de lectura... Sin embargo, pese a ser el panorama en la enseñanza no universitaria poco reconfortante, no sólo aquí, lo es aún más que a estas alturas la sociedad murciana no haya reaccionado y nos encontremos con algunos indicadores escolares en peor situación de la que nos hallábamos en 1995.
Los expertos consideran imprescindible y urgente un plan de choque educativo, mantenido durante 15 o 20 años y debidamente presupuestado, en el que esté implicada toda la sociedad murciana y sea un objetivo político prioritario para la Comunidad Autónoma.
Según Antonio Viñao, profesor de la Facultad de Educación de la Universidad de Murcia, sea cual sea el indicador que se tome (tasa de escolaridad por edades, número medio de alumnos por grupo o profesor, porcentaje de alumnos que se hallan escolarizados en el curso que por su edad les corresponde, estudiantes que promocionan de curso en la ESO, tasa bruta de graduados, abandono educativo temprano, etc) Murcia ofrece porcentajes o cifras inferiores a la media nacional y, en más de un caso, ocupa el último lugar. Sin embargo -añade-, no se trata de una situación coyuntural. «Son ya más de 150 años, que se sepa, de atraso educativo y cultural. Avanzamos, mejoramos, pero seguimos en el furgón de cola».
Oscar Urralburu, portavoz del sindicato de trabajadores de la enseñanza Sterm, indica que las causas del fracaso en la Región son múltiples y se superponen unas a otras haciendo crecer de modo exponencial los malos resultados: el retraso histórico educativo nos sitúa aún hoy con unos porcentajes de analfabetismo funcional entre la población adulta (mayores de 16 años sin estudios) que supera el 20%. «Podemos afirmar que estas altas y el elevado fracaso escolar, incluso en contextos de cierto desarrollo económico, son vasos comunicantes que se retroalimentan. Además, los niveles de inversión educativa con respecto al PIB no han dejado de descender en todas las comunidades autónomas desde el año 1995, también en Murcia, donde hemos perdido cerca de un punto». El gasto anual medio del país -según datos de Eurostat- es del 4,7% del PIB, mientras que otros países llegan al 6%). Además, añade, «tenemos unas ratios de alumnado por aula elevadísimos, y se tiene constancia de que el progreso en este apartado es uno de los indicadores más evidentes de mejora en las cifras globales de éxito escolar».
Causas y medidas
María Aurora Fernández, directora general de Ordenación Académica de la Consejería de Educación, señala que el 33% de fracaso escolar en la Región, según datos del Ministerio, es preocupante, «pero mientras a nivel nacional hay una tendencia al alza, en Murcia hemos logrado reducirla en 2,2 puntos». Indica que, según las cifras de la Consejería, «en primaria hay una promoción de alumnos del 91%, en secundaria obligatoria, el 78% de titulación, y en el caso de bachillerato del 68%». Asegura que uno de los objetivos regionales, para el que hay un compromiso muy importante, es elevar el número de titulados en enseñanza obligatoria (la Consejería sacará 1.150 plazas de profesor el próximo año). «Resulta decisiva la implicación de las familias -añade-, por ser uno de los factores que incide en los resultados académicos. Se ha hecho un esfuerzo grande en inversión y se ha pasado del 3,4% del PIB en el 2005 al 3,5% este año. Queremos proponer, si es preciso, un nuevo pacto educativo, y vamos a elaborar un catálogo de medidas para mejorar el rendimiento académico, la motivación y la convivencia en los centros para debatirlo con la comunidad escolar y ponerlo en marcha en el 2008».
Antonio Viñao señala, sin embargo, que la política educativa y cultural vigente en la Comunidad Autónoma, con la que la mayoría de la población parece estar de acuerdo o relativamente satisfecha, se limita a gestionar un sistema de enseñanza y cultural tradicionalmente deficitario, mejorándolo (y no siempre) a un ritmo lento, con lo que el círculo vicioso se refuerza. «Ni la educación ni la cultura son un objetivo prioritario del Gobierno regional, pero por malo que esto sea es mucho peor que tampoco exista una demanda social lo suficientemente fuerte como para hacer que esta situación cambie. Todo indica que, de seguir así, dentro de 10, 20 o 30 años seguiremos estando en el furgón de cola».
Retrasos
Luis Navarro Candel, presidente del Consejo Escolar Regional, recuerda que si los alumnos españoles reciben una formación por debajo de la media de los países desarrollados, según reiteran los informes (Murcia empezará a participar en el proyecto PISA a partir del 2009), la reflexión parece evidente: la LOGSE no ha conseguido que nuestros jóvenes estén bien preparados. «En cuarto de secundaria es donde se mide el fracaso, pero las deficiencias empiezan en los primeros años de escolarización. Hay una serie de comunidades del arco mediterráneo que tienen resultados equiparables a los de Murcia. En los datos del Ministerio siempre aparecen autonomías como Valencia y Baleares en posiciones por debajo de la media. Eso se debe a que hay cierta desmotivación en los estudios y al deseo de ganar dinero de forma temprana».
Añade que el problema no está relacionado, sin embargo, con la falta de atención económica del Gobierno regional. «Ha hecho un esfuerzo presupuestario importante para mejorar los resultados. Desde que se asumieron las competencias, la inversión se ha multiplicado por 2,5».
Añade que en la gestación del fracaso escolar también influye la escasa valoración del profesorado, así como actitudes familiares, de tipo social y cultural, que no consideran la educación como algo importante para lograr un mejor futuro.
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