¡CON UN MOVIMIENTO LIBERAL YA SEREMOS EUROPEOS!

Sean O´Curneen

Secretario General del Grupo ALDE, Comité de las Regiones de la UE, miembro del Buró Político del Partido Liberal Europeo (ELDR), y -desde el II Congreso del CDL- responsable ejecutivo de su área de Relaciones Internacionales.

27/12/07

En 1986, cuando España ingresó en lo que entonces se llamaba la Comunidad Económica Europea, se puso de moda aquello de “¡ya somos europeos!”. Significaba que por fin, España se unía a la familia de las democracias avanzadas europeas.

A simple vista, es evidente que España es hoy un país moderno y europeo, pero mirándola más de cerca vemos que veinte años después a España le queda aún mucho camino por recorrer para que esa frase se haga realidad.

En no pocos indicadores económicos y sociales España aún ocupa puestos en Europa que no se corresponden con su peso y potencial. Pero sin duda el ámbito donde la falta de rendimiento conlleva graves riesgos a largo plazo para la estabilidad económica y social es en el de la madurez política y democrática. En un país con una historia que levanta pasiones, donde la búsqueda del consenso para los grandes temas no siempre ha sido la nota predominante, la falta de un movimiento político moderador es un serio problema.

En las instituciones de la Unión Europea (el Parlamento y el Comité de las Regiones) el movimiento liberal y demócrata europeo es la tercera fuerza política (con más del quince por ciento de escaños en ambas instituciones) que por su peso y su compromiso con la búsqueda del consenso obliga con frecuencia a conservadores y socialistas a practicar una política moderada, dejando de lado la confrontación innecesaria y corrosiva. Si en Europa y en muchos países europeos existe una fuerza liberal moderadora, ¿por qué los españoles no han de tener esa opción a la que votar?

Un movimiento político liberal en España sería bueno para los españoles, pero también para Europa. Los liberales europeos luchamos por una Europa abierta a la globalización y rechazamos el “nacionalismo económico”, abogamos por una globalización regida por normas aplicadas y respetadas en todo el mundo; luchamos por una Europa de los ciudadanos (más y mejor democracia; más convivencia; ciudadanos más activos, emprendedores e innovadores); nos tomamos en serio – desde hace años - el cambio climático; y concebimos que Europa actúe en el mundo como fuerza moderadora y pacificadora frente a los grandes y serios retos que se avecinan.

Existe una Europa constructiva, positiva, optimista, y comprometida con una política de resultados y consenso. Es la Europa liberal. Pero necesita de la plena participación de España, y con el CDL esperamos que exista pronto una España liberal.

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INFORMACIÓN: En el ámbito de actuación marcado por el contenido de este artículo anterior, Centro Democrático Liberal hace, entre otras (completar el mercado común, fuerzas armadas europeas unificadas, fomentar la movilidad y el mutuo conocimiento de los ciudadanos europeos, etc. ), las siguientes propuestas:

- Unificación Europea .- Será la piedra angular de nuestra política de exteriores. En este sentido defenderemos el Tratado de Lisboa firmado el 13 de Diciembre por los Jefes de Estado o de Gobierno de los 27 países miembro, como primer paso hacia una futura Federación de Estados Europeos.

La ampliación de la UE es un éxito para todos y espera que los nuevos socios de Europa del Este se incorporen con la mayor brevedad posible al Euro y participen de forma más activa en la política de la Unión.

– Política Exterior Común .- Uno de los objetivos principales del CDL es la consecución de una política exterior común, con una mayor presencia del Ministro de Asuntos Exteriores de la Unión Europea, y la creación de un cuerpo diplomático europeo. Para su logro, pensamos imprescindible dotar a la Unión de un mayor número de competencias en este ámbito, así como la posibilidad de dictar normas de carácter vinculante sobre esta materia.

- Relaciones UE / ciudadanos .- Es fundamental que se inicie una nueva etapa en las relaciones entre la UE y sus ciudadanos. Debemos potenciar una comunicación permanente entre ambos para que las instituciones europeas puedan explicar a los ciudadanos el trabajo que realizan y los ciudadanos puedan dar su opinión al respecto y marcar los pasos a dar en el futuro.

- Adaptación al siglo XXI .- Debemos entre todos buscar la razón de ser de la UE en el siglo XXI. Este siglo trae nuevos retos como el cambio climático, la adaptación a la globalización, la necesidad de acabar con
al pobreza en el tercer mundo o la lucha contra el terrorismo. Es imprescindible que los ciudadanos estén informados y entiendan el papel que la UE puede y debe jugar, y el papel fundamente que debe jugar en todas estas cuestiones. Y es aun más imprescindible que los ciudadanos se involucren en la lucha contra estos problemas. Solo con una Europa unida podremos abordar estos problemas con rigor y con posibilidades de éxito.

- Constituir el "demos" europeo .- Abogamos asimismo por el desarrollo de la "infraestructura democrática" de la Unión para lo que se requiere potenciar el papel de los partidos políticos europeos; crear un auténtico "demos" europeo, es decir debates públicos pan-europeos sobre política europea; aumentar las posibilidades de participación ciudadana en las consultas europeas sobre nuevas políticas; y un mejor nivel de información de los ciudadanos sobre la distribución de competencias entre cada nivel de gobierno (europeo, estatal, autonómico, municipal).

Para que ello sea posible, consideramos fundamental que se establezcan listas europeas para el parlamento de la Unión que defiendan en Bruselas los intereses de esta y no tanto los de los países miembros.

- Sistema educativo europeo .- En la línea de la integración se abogará, asimismo, por una armonización en los sistemas educativos europeos para permitir a los estudiantes europeos cursar sus estudios allí donde
les convenga. Es fundamental romper las fronteras educativas de la Unión.

- Europa descentralizada / Comité de las Regiones .- Cabe indicar que opinamos que salvo ciertas competencias que deben recaer en la administración de la UE, somos unos claros defensores de construir Europa sobre un modelo descentralizado. La diversidad de Europa requiere de mucha flexibilidad y de subsidiariedad – que no es otra cosa que el principio por el cual las decisiones se toman al nivel más próximo posible al ciudadano –. Habrá ocasiones en que ese nivel será el europeo, en otras el nivel nacional, autonómico, o municipal. No todas las fuerzas políticas opinan lo mismo – algunas entienden la subsidiariedad como un mecanismo para impedir que la UE actúe, y otras la ven como un obstáculo para sus objetivos de una Unión uniformizada. El principio de la subsidiariedad está basado en uno de los principios fundamentales del liberalismo y por tanto CDL se mantendrá firme en su apuesta por que la UE trate únicamente de aquellos – muchos - asuntos donde la UE aporta un valor añadido. Una Unión que se ocupe de asuntos que mejor se deciden a nivel nacional, autonómico o municipal, perderá rápidamente el apoyo de los ciudadanos.

En este sentido, abogamos asimismo, por desarrollar el papel y la participación legislativa del Comité de las Regiones – institución de gran importancia para las CCAA –complementando el trabajo del Parlamento Europeo, y ejerciendo de enlace directo entre "Bruselas" y la "periferia" europea.

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