(La Verdad) «Ha sido una bomba, una bomba en un coche en la calle Abderramán II junto a la calle Emigrantes». Ésta fue la primera alarma que sonó en el 091 de la Policía Nacional de Murcia unos minutos más allá de las 23.30 de la noche de ayer, sábado. Sin embargo, la densa humareda de un color pardo que ascendía hacia el cielo, muy diferente al color negruzco de los explosivos cuando explotan, dirigía las miradas de interrogación hacia una media docena de vehículos aparcados junto a la tienda de muebles Rústiko, cuyos critaleras habían saltado hechas añicos.
«Huele a gas. Ha sido en el séptimo piso». Las paredes exteriores del piso, que corresponde al edificio Montecarlo de Ronda Norte 21, habían reventado con violencia y caido sobre la media docena de vehículos que resultaron materialmente aplastados
La joven Fuensanta Hernández, hija de los propietarios, que se encontraban en Valencia, resultó herida en la barbilla y con alguna quemadura. El fuerte olor a gas llevó a la Policía y a los Bomberos a despejar la zona en la que se concentraron numerosos curiosos.
«Huele a gas. Ha sido en el séptimo piso». Las paredes exteriores del piso, que corresponde al edificio Montecarlo de Ronda Norte 21, habían reventado con violencia y caido sobre la media docena de vehículos que resultaron materialmente aplastados
La joven Fuensanta Hernández, hija de los propietarios, que se encontraban en Valencia, resultó herida en la barbilla y con alguna quemadura. El fuerte olor a gas llevó a la Policía y a los Bomberos a despejar la zona en la que se concentraron numerosos curiosos.
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